Retratos indelebles: no ficción híbrida polaca
2 de junio — 4 de junio de 2017
Presentado en colaboración con el Instituto Cultural Polaco de Nueva York
“El impulso clave detrás de hacer documentales es que los demás, tanto los directores como los espectadores, se sientan menos solos. Se trata de buscar la comunicación, descubrir miedos, debilidades y sueños comunes.” – Marcel Łoziński
El documental polaco se hizo realidad a fines de la década de 1950 y principios de la de 1960, cuando el primer deshielo político después de la muerte de Stalin hizo posible hablar abiertamente sobre los males sociales y políticos. Una “serie negra” de documentales habló sobre las terribles condiciones en la Polonia de posguerra. Pero en las décadas de 1970 y 1980, los cineastas se dieron cuenta de que los comentarios sociales no eran suficientes. Ansiaban un nuevo enfoque de la forma. Las películas resultantes fueron audaces e inventivas. También fueron metafóricos e inteligentes, para burlar a los censores. En este programa, la curadora invitada Ela Bittencourt reúne trabajos clave realizados en esta tradición de documentales híbridos polacos, una versión de la cual se presentó inicialmente en el Festival de Cine Verdadero/Falso en 2015, donde el público los encontró reveladores. El impulso detrás Retratos imborrables es llamar la atención de los cinéfilos estadounidenses sobre más de estos cineastas, algunos que solo han sido conocidos en Polonia, otros que han sido injustamente olvidados.
Uno de ellos es Bogdan Dziworski, un maestro de la imaginería plástica y del ritmo que se inspiró en la fotografía y en artistas visuales contemporáneos como Andy Warhol. En la serie también aparecen Marek Piwowski, conocido por películas posteriores pero cuyos retratos anteriores de personas que vivían en entornos opresivos rara vez se han mostrado, y Marcel Łoziński, que hizo películas en una época en la que ni la censura ni la represión del régimen comunista por parte de los estudiantes y movimientos obreros era propicio para decir la verdad. Entre la generación más joven, se puede encontrar una pasión formalmente elástica por el retrato en las películas de Zofia Kowalewska, Michał Szczęśniak, Marcin Koszałka y Michał Marczak, cuyas películas A la mierda por el bosque y Todas estas noches de insomnio buscan expandir nuestra noción de realidad para incluir fantasías y sueños, y han llegado a definir el nuevo híbrido polaco.
Organizado por la curadora invitada Ela Bittencourt